k. m. huber

Las culturas andinas y la rica historia precolombina fascinaron a Huber y se lanzó a investigar la cultura Nasca. Habiendo trabajado como profesora y bibliotecaria, Huber quería resaltar unas culturas menos conocidas en la literatura popular. Escribió Patya y los Misterios de Nasca para dar vida a un mundo poco conocido - a través de una joven adolescente quien enfrenta múltiples retos en un mundo azotado por prolongadas sequías. Patya navega su trauma personal y las expectativas sociales mientras el fervor del fanatismo religioso amenaza a su familia.

Valle de Nasca, 575 d. de C. En medio de una sequía, Patya es una joven valiente y decidida que se niega a aceptar la realidad que la rodea. Con la sabiduría ancestral de su abuela y la ayuda de sus amigos, se embarca en una misión peligrosa para traer de vuelta las aguas a su tierra.